martes, 13 de enero de 2009

EL NACIONAL - Martes 13 de Enero de 2009

Motor visual
Artes visuales
El museo después de la muerte
GERARDO ZAVARCE
¿ Qué queremos de los museos de artes visuales? Resulta una pregunta sencilla pero responderla representa un dilema de gran complejidad. No supone un camino claro y preciso; por el contrario, apunta hacia un sin fin de senderos y experiencias. Recientemente el curador Félix Suazo declaró, a propósito de la situación del museo como entidad en nuestros contextos, que éste era un muerto que no se podía volver a matar. Entonces, quizás la tarea que quede pendiente sea la de revivirlos. ¡Museo, levántate y anda!, exclamaría algún director interesado en reanimar, por la vía de la fe, al cuerpo inanimado de lo visible. Yo, fiel a los principios del pensamiento crítico, recomendaría optar por la máxima popular que señala: "A Dios rogando y con el mazo dando". En mi caso particular me gusta pensar que las imágenes que se muestran en los museos de artes visuales tienen un valor significativo para inducir al público a interpretar el entramado complejo que nos integra como sociedad. Es decir, las imágenes que los museos muestran deben servir, entre muchas cosas, para develar aspectos contingentes de nuestro devenir histórico y cultural. Las imágenes que se muestran en los museos deben indudablemente decir algo, pero deben decirlo bien, su discurso debe ser cuidadoso y debe seducir al público a penetrar en sus salas. Claro está, este acto de seducción debe evitar las cursilerías, las frivolidades y los lugares comunes que giran en torno al hecho artístico. Las imágenes que se muestran en los museos de artes visuales no deben caer en la trivialidad, en la frivolidad ni en la descortesía hacia el público que a ellos asiste con la finalidad de ver y, a través de este ejercicio, acceder a la experiencia del arte como una forma de conocimiento. Aunque suene tautológico los museos de artes visuales deben privilegiar a las artes visuales. La creación debe ser la protagonista y el público debe ser el invitado especial de esta experiencia sensible. Los museos no deben ser centros comerciales. En este sentido, los museos deben ser entendidos como espacios públicos, concebidos para presentar una oferta cultural pública y diversa, que permita la conformación de una esfera pública y dinámica que contribuya a articular visiones y sentidos sobre la cultura en general y sus contingencias visuales en particular. La situación de los museos en nuestros contextos representa un enorme dilema, indudablemente es "un cadáver que no se puede volver a matar". Pero queda pendiente la pregunta: ¿existirá la vida después de la muerte? Señalan quienes han visto la luz al final del túnel y luego regresan para contar sus vivencias que esta experiencia resulta esencialmente transformadora para sus vidas. ¿Será que la luz al final del túnel museal supone la necesidad de articular estrategias orientadas a transformar las dinámicas de nuestros museos? Yo creo que los museos de artes visuales deben potenciar su transformación. La reiteración aburre, lo que no cambia cansa y agota. Ahora bien, el público debe jugar un papel esencial y protagónico en la resurrección de los museos, como señala la crítico colombiana Carolina Ponce de León: "Para que el arte sea lo que potencialmente es, el público también tiene que asumir sus responsabilidades".



1 comentario:

clemente dijo...

creo que si existiera mayor participacion de parte d elos artistas estos espacios no estarian nunca solos. creo ademas que gran culpa la tiene la programacion ,los encargados de los museos se plantean muestras ambiciosas sin tomar en cuenta o hacer un estudio previo de lo que queremos ver o de lo que la comunidad desea ver en estos espacios, sin caer en mediocriades considero que la participacion del publico y su interaccion con las obras o el mismo artista es de vital importancia , y si bien es cierto que los museos no son centros comerciales, deberiamos estudiar a nivel publicitario los mecanismos que utilizan para atraer gente.