El doble Michelena deja más preguntas que respuestas
La vara rota, obra del pintor que da nombre al salón, podría ser el título de la situación que hoy atraviesa la confrontación artística
GERARDO ZAVARCE
La vara rota del pintor venezolanoArturo Michelena
El calor era sofocante en el centro comercial La Primera Parada, que está ubicado en la avenida Lara de Valencia.Allí se llevó a cabo, el 15 de noviembre, el Gran Salón Bienal Miche & Elena, un irónico evento que pretendió establecer una postura reflexiva con relación a la división del salón más resistente de América Latina (Salón Arturo Michelena), tal como lo indicaba la hoja fotocopiada que sirvió de díptico a esta singular acción, concebida por los creadores Edmundo Vargas y Domingo de Lucía. El motivo de la reunión también era, entonces, sofocante.Aunque había una hoja tamaño carta, firmada por la junta de condominio del centro comercial, que decía "prohibido terminantemente colocar los bancos en los pasillos para uso personal", unas pocas sillas en los espacios del centro comercial sirvieron de escenario para la puesta en escena de un auditorio provisional.El público fue escaso, pero los pocos asistentes generaron una activa conversación sobre el tema propuesto: los salones Michelena. De los doce ponentes anunciados para intervenir en la discusión sólo asistieron cinco: Domingo de Lucía, Hilda Fe Medina, Félix Suazo, José Luis Omaña y quien escribe.Domingo de Lucía, fabricante de pinturas para artes y promotor del Miche & Elena, tomó la palabra: "Las ausencias son un claro indicio de lo difícil que resulta articular una tercera vía que pueda ser construida a partir de la reflexión colectiva. Los artistas, críticos, investigadores, curadores y la ciudadanía en general, prefieren reconocerse en las trágicas metáforas que produce la utopía de nuestro país rico, que puede darse el lujo de generar irreflexivamente: doble salón, doble premio, doble inauguración, doble servicio de vino y doble ración de tequeños.Las ausencias son la presencia abrumadora de múltiples significaciones".El investigador Félix Suazo hizo una suerte de panel didáctico en la santamaría de una venta de ropa. En un papel bond tamaño doble carta escribió un texto que decía: "Cuando parecía que ya nada podría agregarse a la larga lista de quejas y cuestionamientos que se le suelen hacer a los salones y bienales de arte, un nuevo evento ha venido a agitar los ánimos de la cultura visual del país. Precisamente, el Salón Arturo Michelena (el más antiguo e influyente de cuantos tiene lugar en la cultura vernácula) es objeto de una fractura, en medio de la cual los artistas y el público se enfrentan a la disyuntiva de tomar partido entre dos opciones".En el Gran Salón Bienal Miche & Elena la discusión se centró en tres aspectos claramente definidos: la relación del artista con las dinámicas de salones y bienales de arte, la propia dinámica y valoración del salón en el campo del arte y los vínculos de éste con el entorno social, económico y político. Responder a las preguntas: ¿Qué tipo de salón queremos? O ¿para qué un salón de artes? generó en el colectivo otras preguntas como ¿de qué manera se puede ampliar la participación de los diversos públicos?, ¿cómo se pueden conformar nuevos ámbitos de participación vinculados a las artes para lograr incidir sobre las instituciones y replantear su funcionamiento? Las respuestas nunca surgieron. Al final de la actividad, entre todos los asistentes recogieron las sillas, los micrófonos y las cornetas. El centro comercial La Primera Parada volvió a ser el de todos los días: A precios de la calle con el confort de un centro comercial, con su calor infernal, con sus remates de carteras y con el cartel del Miche & Elena en la garita de la entrada portando una imagen dividida de la famosa pintura La vara rota de Arturo Michelena, entregada al olvido como la recopilación histórica y profética de noticias de prensa sobre el Salón Michelena exhibidas en el evento por la creadora Hilda Fe Medina como vestigios del olvido. —————Ver y oír másLos textos y las fotografías de la Gran Bienal Salón Miche & Elena, un encuentro de discusión necesario en un momento en el que el Salón Arturo Michelena se dividió en dos convocatorias, quedaron alojados en el blog http://lamiradadelotroaqui.blogspot.com/, que administra la artista visual Eddy Chacón. Próximamente, se montarán en esta página los videos de las disertaciones de los invitados y de los pocos participantes que asistieron ese 15 de noviembre. El blog también registra los recortes de prensa llevados por Hilda Fe Medina, que dan cuenta de las discusiones que, desde hace años, propusieron los críticos sobre la necesidad de revisar este salón y el resto de las confrontaciones artísticas del país. Además, hay fotos, informaciones y artículos de opinión sobre las dos convocatorias del Salón Michelena. La discusión continúa. Próximamente, se llevará a cabo un encuentro de investigadores, críticos y curadores venezolanos. Los organizadores lo harán en los médanos de Coro. En medio de la arena que pica los ojos, se tocarán otros temas que pican el espíritu, entre ellos el caso del salón más antiguo del país.Fuente: EL NACIONAL (Caracas, Venezuela)
La vara rota del pintor venezolanoArturo Michelena
El calor era sofocante en el centro comercial La Primera Parada, que está ubicado en la avenida Lara de Valencia.Allí se llevó a cabo, el 15 de noviembre, el Gran Salón Bienal Miche & Elena, un irónico evento que pretendió establecer una postura reflexiva con relación a la división del salón más resistente de América Latina (Salón Arturo Michelena), tal como lo indicaba la hoja fotocopiada que sirvió de díptico a esta singular acción, concebida por los creadores Edmundo Vargas y Domingo de Lucía. El motivo de la reunión también era, entonces, sofocante.Aunque había una hoja tamaño carta, firmada por la junta de condominio del centro comercial, que decía "prohibido terminantemente colocar los bancos en los pasillos para uso personal", unas pocas sillas en los espacios del centro comercial sirvieron de escenario para la puesta en escena de un auditorio provisional.El público fue escaso, pero los pocos asistentes generaron una activa conversación sobre el tema propuesto: los salones Michelena. De los doce ponentes anunciados para intervenir en la discusión sólo asistieron cinco: Domingo de Lucía, Hilda Fe Medina, Félix Suazo, José Luis Omaña y quien escribe.Domingo de Lucía, fabricante de pinturas para artes y promotor del Miche & Elena, tomó la palabra: "Las ausencias son un claro indicio de lo difícil que resulta articular una tercera vía que pueda ser construida a partir de la reflexión colectiva. Los artistas, críticos, investigadores, curadores y la ciudadanía en general, prefieren reconocerse en las trágicas metáforas que produce la utopía de nuestro país rico, que puede darse el lujo de generar irreflexivamente: doble salón, doble premio, doble inauguración, doble servicio de vino y doble ración de tequeños.Las ausencias son la presencia abrumadora de múltiples significaciones".El investigador Félix Suazo hizo una suerte de panel didáctico en la santamaría de una venta de ropa. En un papel bond tamaño doble carta escribió un texto que decía: "Cuando parecía que ya nada podría agregarse a la larga lista de quejas y cuestionamientos que se le suelen hacer a los salones y bienales de arte, un nuevo evento ha venido a agitar los ánimos de la cultura visual del país. Precisamente, el Salón Arturo Michelena (el más antiguo e influyente de cuantos tiene lugar en la cultura vernácula) es objeto de una fractura, en medio de la cual los artistas y el público se enfrentan a la disyuntiva de tomar partido entre dos opciones".En el Gran Salón Bienal Miche & Elena la discusión se centró en tres aspectos claramente definidos: la relación del artista con las dinámicas de salones y bienales de arte, la propia dinámica y valoración del salón en el campo del arte y los vínculos de éste con el entorno social, económico y político. Responder a las preguntas: ¿Qué tipo de salón queremos? O ¿para qué un salón de artes? generó en el colectivo otras preguntas como ¿de qué manera se puede ampliar la participación de los diversos públicos?, ¿cómo se pueden conformar nuevos ámbitos de participación vinculados a las artes para lograr incidir sobre las instituciones y replantear su funcionamiento? Las respuestas nunca surgieron. Al final de la actividad, entre todos los asistentes recogieron las sillas, los micrófonos y las cornetas. El centro comercial La Primera Parada volvió a ser el de todos los días: A precios de la calle con el confort de un centro comercial, con su calor infernal, con sus remates de carteras y con el cartel del Miche & Elena en la garita de la entrada portando una imagen dividida de la famosa pintura La vara rota de Arturo Michelena, entregada al olvido como la recopilación histórica y profética de noticias de prensa sobre el Salón Michelena exhibidas en el evento por la creadora Hilda Fe Medina como vestigios del olvido. —————Ver y oír másLos textos y las fotografías de la Gran Bienal Salón Miche & Elena, un encuentro de discusión necesario en un momento en el que el Salón Arturo Michelena se dividió en dos convocatorias, quedaron alojados en el blog http://lamiradadelotroaqui.blogspot.com/, que administra la artista visual Eddy Chacón. Próximamente, se montarán en esta página los videos de las disertaciones de los invitados y de los pocos participantes que asistieron ese 15 de noviembre. El blog también registra los recortes de prensa llevados por Hilda Fe Medina, que dan cuenta de las discusiones que, desde hace años, propusieron los críticos sobre la necesidad de revisar este salón y el resto de las confrontaciones artísticas del país. Además, hay fotos, informaciones y artículos de opinión sobre las dos convocatorias del Salón Michelena. La discusión continúa. Próximamente, se llevará a cabo un encuentro de investigadores, críticos y curadores venezolanos. Los organizadores lo harán en los médanos de Coro. En medio de la arena que pica los ojos, se tocarán otros temas que pican el espíritu, entre ellos el caso del salón más antiguo del país.Fuente: EL NACIONAL (Caracas, Venezuela)
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