domingo, 30 de noviembre de 2008

EL SALON ARTURO MICHELENA, UN RETO MÁS AMBICIOSO








Autor : Juan Calzadilla


El Salón Arturo Michelena es el certamen en donde con más alto nivel de exigencia estética se confrontan la propuestas y las investigaciones en arte que se llevan a cabo en Venezuela. Es también el evento de mayor continuidad y también, como se sabe, el de más larga actuación en la historia de nuestro arte. Ni que decir que constituye, por todo eso, referencia obligada para entender lo que, en buena medida, está pasando en el país en materia de artes plásticas. Por otro lado, el Salón Arturo Michelena representa una tradición de vanguardia que se remonta a la década de los cuarenta del siglo XX, cuando aparecieron en escuelas y talleres del país las primeras señales de arte contemporáneo, tal como estas señales llegaron a desarrollarse, con ímpetu, desde entonces. En aquellos primeros tiempos sólo se consideraban como materiales artísticos, dignos de figurar en los catálogos, los objetos de las disciplinas tradicionales: la pintura, la escultura, las artes aplicadas. Tiempo después fueron incluidos en las bases de los salones el dibujo y las artes gráficas. Aunque no pasó mucho tiempo sin que pujaran para ser reconocidas como disciplinas de arte modalidades que antes no se tomaban en cuenta, no existían o a las que no se les reconocían atributos estéticos, como eran la fotografía, las artes gráficas, las instalaciones, el video arte, el arte corporal y en fin otras subvariedades de lenguajes. Tal apertura a campos diversos, lejos de restar dinamismo e interés al salón, han contribuido enormemente a ampliar el espectro de las disciplinas que se confrontan en él, hasta un grado que roza al arte conceptual. Aunque a la postre haya hecho más laborioso, largo y arduo el trabajo de selección y premiación de las obras concursantes. Pero lo más importante que ocurrió, y sobre lo cual se hace necesario reflexionar, es que con el nuevo salón desaparecieron las fronteras entre las géneros conocidos para dar paso a categorías más generales que identifican tan sólo a los modos de presentación de las obras, sus dimensiones y materiales en un marco de confrontación donde todas las modalidades aceptadas conservan idéntica importancia y el mismo rango. Al punto de que se habla en las bases de obras bidimensionales o tridimensionales sin entrar en detalle y dando por sentado que la creatividad misma está por encima de las formalidades. Vamos hacia la unificación de las artes.Hay que decir, además, que en toda la historia del Salón Arturo Michelena ha jugado rol fundamental el Ateneo de Valencia, en tanto que es el ente patrocinante y organizador del evento. Ha sido tradición de esta institución el respeto a los criterios y decisiones de los jurados, así como la obligación de dedicarse al esfuerzo de conservación y mantenimiento de la colección formada con las obras premiadas en cada una de las ediciones del salón. Así como también ha garantizado la continuidad de éste y su organización en el ámbito de la pluralidad de lenguajes y estilos que participan y del derecho de los artistas a expresarse con la mayor libertad, sin cortapisas ni prohibiciones de ninguna especie. Tal como ocurre con esta nueva edición del certamen. De tal modo que uno de los principales atractivos del Salón Arturo Michelena es el hecho de que la premiación se hace sin tomar en cuenta la trayectoria o los méritos de los artistas.La 64º edición del Salón Arturo Michelena significa un paso adelante, un nuevo hito en la historia del evento, armado ahora en un ambiente entusiasta que da respuesta a las políticas del Ateneo de Valencia de impulsar la inclusión de los sectores marginados y excluidos a los programas de la institución. La afluencia de obras, la pareja y por momentos excepcional calidad de las obras expuestas, en todas las disciplinas, la buena organización del evento y el énfasis puesto en un montaje audaz que modula sabiamente las relaciones entre las obras y el espacio, en beneficio de una visión de conjunto relajada, dinámica y monumental, que invita al público a hacer el recorrido de la exposición, son puntos a favor que, unidos a la receptividad mostrada por el gran número de artistas que envió a la preselección, hacen de esta versión 64º del Salón Arturo Michelena un modelo para el arte venezolano y latinoamericano de nuestros días.




Este artículo ha sido aportado al blog por Clemente a través de la sección comentarios sobre el artículo de Rolando Carmona "Dos salones paralelos o el signo de un país". eddy chacón
27 de noviembre de 2008 17:22

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