El acto, realizado ayer, al mediodía, significó una verdadera fiesta de la cultura, y una demostración a la perseverancia, pues a pesar de que la sede original como son los espacios del Ateneo de Valencia, fueron invadidos para promover actividades que tienen que ver con la cultura socialista y revolucionaria, representantes de instituciones oficiales y privadas, atendieron al llamado.
La Bienal se llevó a cabo desde el pasado 2 de noviembre, en el complejo Don Bosco, Centro Cultural Eladio Alemán Sucre, Instituto Docente de Urología, y el Gabinete del Dibujo y la Estampa de Valencia.
Acompañaron en la celebración a José Napoleón Oropeza, presidente del Ateneo de Valencia, Alejandro Feo La Cruz; alcalde de Naguanagua; María Luisa de Maldonado, rectora de la Universidad de Carabobo; Margarita Jiménez Márquez, miembro de la junta directiva del diario Notitarde; María Cora Páez de Topel, secretaria de Cultura del Gobierno de Carabobo; Ricardo Rivero, en representación de la Cámara de Comercio de Valencia y Cámara de Industriales de Carabobo; y María Belén Bellera, gerente de Relaciones Públicas del diario El Carabobeño, además de Julio Castillo Sagarzazu, actual secretario de Producción, Turismo, y Economía Popular, quien como alcalde de Naguanagua, fue uno de los grandes promotores para llevar a cabo esta bienal.
La celebración, realizada al mediodía, reunió a diversos sectores culturales, empresariales, reconocidos artistas entre ellos Wladimir Zabaleta. También asistió Francisco Bugallo, ganador del Premio Michelena en 1982, quien lamentó que el premio haya sido otorgado en momentos en que el Salón está dividido, aunque recalcó que eso no lo desmerita.
En su discurso, José Napoleón Oropeza, señaló que una vez más, los artistas venezolanos han atendido el llamado de la junta directiva del "Ateneo de Valencia", a participar en la confrontación que se constituyó en una alborada tras la cual, a partir de su creación, el Salón formaría el escudo, un espacio indestructible, un símbolo viviente de convivencia, confrontación de diversos puntos de vista y búsquedas en el arte venezolano, hasta conformar un majestuoso árbol creador de múltiples caminos: espejos donde se recogiesen las búsquedas del arte venezolano contemporáneo.
"El sentido de la fragmentación que animó, este año, la circunstancia de presentar la exhibición de la Bienal "64 Salón Arturo Michelena", hecho conocido ampliamente en todo el territorio nacional y fuera de él, a la toma de su sede natural, los espacios del Ateneo de Valencia, su casa matriz, quizás ilustran, de alguna manera, el sentido de nuestras vidas en el país: la fragmentación, la momentánea diáspora".
El conocido escritor hizo una descripción de las obras y de los artistas galardonados, por decisión del Jurado Calificador integrado por Bélgica Rodríguez, Angel Hurtado, Wladimir Zabaleta, Lunes Rodríguez y Manuel Ortega, como fueron Ofelia Soto, quien recibió el reconocimiento de la Asociación Internacional de Críticos de Arte; Gracia Chacón, Premio Eladio Alemán Sucre; Rafael Rangel, Premio Armando Reverón; Jonidel Mendoza, Premio Antonio Edmundo Monsanto; José Páez del Nogal, Premio Braulio Salazar; Eduardo Bárcenas, Premio Andrés Pérez Mujica , y Felipe Herrera, Premio Arturo Michelena.
Manifestó su deseo de expresar su gratitud profunda a las personas e instituciones que juntas conformaron las raíces de ese árbol que, según refirió, atravesó el espacio de la ciudad de Valencia, del estado Carabobo, y del país, esparciendo hojas luminosas y bríos encontrados.
Entre las personas mencionó a Henrique Fernando Salas, a quien llamó ilustre gobernador de Carabobo, esperanza de firme y férrea defensa para Carabobo; Julio Castillo, María Luisa de Maldonado, Cora Páez de Topel, Esteban Simonetti, Paul Escobar, a un grupo de empresarios, entre ellos: Ricardo José Degwitz (presidente de Editorial Notitarde), Flavio Fridegotto, Guillermo Manosalva, Ricardo Rivero, Tulio Hidalgo, al periodista Alfredo Fermín, Ricardo Maldonado, Pedro Douahi, Rafael Rodríguez Coronel, y otros.
También a los diarios Notitarde y El Carabobeño. Agradeció a las instituciones oficiales y privadas que "con manos y corazones trenzados, hicieron posible el milagro de conformar, con verdadero entusiasmo, el árbol de la Bienal".
Felipe Herrera, nacido en Valencia, en su intervención, dijo que dedica el premio a la memoria y permanencia de Eugenio Montejo, a su mamá y a sus hijos, presentes en el acto.
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